ACTIVIDADES PARA TRABAJAR EN CASA

ACTIVIDADES PARA TRABAJAR EN CASA


ACTIVIDADES DE MOTRICIDAD GRUESA Y FINA 










ENSEÑAR AMARRARSE LOS ZAPATOS
Enseñar a los niños a atarse los cordones puede representar un desafío para la paciencia de los padres, razón por la cual muchos deciden retrasar ese aprendizaje y seguir recurriendo a los zapatos de velcro o cartulina
Sin embargo, aprender a atarse los cordones no es un paso más hacia la autonomía infantil, también representa una de las primeras tareas en la que el niño tendrá que combinar los movimientos propios de la motricidad fina con la coordinación ojo-mano. Además, es un ejercicio estupendo para fomentar la independencia y la confianza en sí mismo.
Cinco consejos para enseñar a tu hijo a atarse los cordones
1. Espera el momento justo
Los niños siguen diferentes líneas de desarrollo, por lo que todos no están preparados a la misma edad para aprender a atarse los cordones. La mayoría adquieren las destrezas necesarias entre los 4 y 5 años, aunque las niñas suelen estar preparadas un poco antes. Sin embargo, cada pequeño es diferente, por lo que antes de enseñarle a atarse los cordones, debes cerciorarte de que ya tiene las habilidades manuales necesarias. Por supuesto, también debe estar dispuesto a aprender. Además, debes escoger un momento tranquilo, no es conveniente que intentes enseñarle mientras tienes prisa por llegar al trabajo. Será mejor que elijas un fin de semana.
2. Conviértete en el modelo de tu hijo
Una gran parte de lo que aprenden los niños, lo hacen imitando a los adultos y, en especial, a sus padres, que son sus modelos preferidos. Por eso, si quieres que tu hijo aprenda a atarse los cordones, basta con que te conviertas en su patrón de aprendizaje. Esto significa que deberás armarte de paciencia y atarte los cordones varias veces, lentamente, para que el niño imite tus movimientos. Es conveniente que recurras a juegos y canciones, para que hagas de este aprendizaje un momento divertido.
3. Enséñale cómo usar los dedos
Atar los cordones de los zapatos es muy sencillo, una vez que lo sabes hacer y se han automatizado los movimientos, pero para los niños puede representar un verdadero reto. Por eso, es importante que primero le muestres cómo debe coordinar el movimiento de sus dedos para sostener los cordones y pasarlos de un lado a otro. Quizás te parezca algo muy sencillo pero recuerda que a los niños les resulta difícil realizar ese tipo de movimiento. Será suficiente con que le ayudes a sostener el cordón y le guíes, primero colocando tu mano sobre la suya, y luego dándole instrucciones para que lo haga él solo.
4. Muéstrale los movimientos para hacer el lazo
Una vez que el niño haya aprendido a maniobrar con los cordones, ha llegado el momento de enseñarle los movimientos propios del lazo. Primero, debe aprender a hacer una X entrecruzada, con los extremos del cordón, y a tirar fuertemente de ambos. El segundo paso es hacer tipo una oreja de conejo con uno de los extremos del cordón, a la vez que toma el otro extremo y lo pasa alrededor del lazo. Luego, con el pulgar y el índice, debe tomar el cordón alrededor del lazo para pasarlo entre la oreja de conejo. Una vez que ha pasado el cordón, debe tirar de ambos lados, siempre en direcciones opuestas, hasta que el nudo del lazo quede firme.
5. Permite que practique
Es importante que motives al niño a repetir esos movimientos varias veces, hasta que se familiarice con el procedimiento. Obviamente, deberás armarte de paciencia porque la mayoría de los niños necesitan varias repeticiones antes de lograr su primer lazo. De la misma forma, necesitará seguir practicando, hasta que los movimientos se hagan automáticos.


Imprimir (preferiblemente en una cartulina), recortar borde de la zapatilla y agujeros para los cordones… y practicar. :)






MOTRICIDAD GRUESA EN CASA
Bailar
Bailar es una actividad muy divertida para los niños, tanto si se trata de baile libre como de coreografías o, mucho mejor, de “canciones con baile”. Bailar en casa o llevar al niño a alguan actividad extraescolar o de tiempo libre adecuada a su edad es una buena manera de que bailen.
Caminar
Caminar con los niños es mucho más lento, por eso muchas veces optamos por la silla de paseo o el coche para desplazarnos. Pero es fundamental que el niño se mueva, que camine todo lo que pueda. Hacer excursiones, salir a hacer cosas con un adulto, pasear por la calle… todo esto es necesario para que camine y para que vaya cogiendo velocidad y resistencia.
Ir al parque
En el parque los niños encontrarán muchas oportunidades para moverse y relacionarse con otros niños. Podrán correr, saltar, colgarse, deslizarse, trepar, impulsarse en los columpios, etc. En el parque también aprenderán a caerse y le perderán el miedo a subirse a diferentes sitios, con lo que ganarán seguridad en sí mismos.
Natación y juegos de agua
Nadar es un gran ejercicio. Además, que un niño sepa nadar nos dará cierta tranquilidad cuando vayamos a un lugar con piscina, con río, a la playa, etc. Con la natación se desarrolla todo el cuerpo y es un gran ejercicio de coordinación.
Juegos de equilibrio
Los juegos de equilibrio son muy importantes para el desarrollo psicomotor del niño. Caminar sobre una cuerda tendida en el suelo o juegos “a la pata coja” es muy importantes para su desarrollo. En la calle, se pueden hacer pequeños juegos de equilibrio en muros bajos, bancos, etc., con la ayuda y la supervisión de un adulto. No te preocupes por buscar dónde hacerlos: los niños hacen equilibrios de forma natural en cualquier parte.
Triciclos y bicicletas
Montar en triciclo, bicicletas con ruedas o sin pedales, etc., ayudará a los niños a moverse, a aprender a coordinar y a desarrollar el equilibrio.
Pistas de obstáculos
Las pistas de obstáculos se pueden hacer con cualquier cosa y en cualquier sitio. Lo importante es que el niño tenga que desplazarse de diferentes formas, agacharse, saltar, reptar y pensar por dónde tiene que ir y qué tiene que hacer para pasar.
Juegos con pelotas

Un niño con una pelota es un niño feliz. Y adulto también. Con las pelotas se pueden hacer muchas cosas y aprender muchísimas habilidades: lanzar, atrapar, correr, patear, esquivar…

MOTRICIDAD FINA 

La motricidad fina es una parte esencial del desarrollo de los más pequeños y comprende todas aquellas actividades que implican precisión, un alto nivel de coordinación óculo-manual, una fuerza controlada y una buena concentración. Su dominio además será fundamental para la adquisición de determinadas habilidades y aprendizajes posteriores como la escritura. Antes de que puedan aprender a escribir, tendrán que fortalecer los músculos de las manos y las muñecas que se utilizan en el proceso de la escritura. Este proceso se conoce como el desarrollo de habilidades motoras finas. Cada vez que tus hijos hacen garabatos con lápices de colores, recortan, moldean, abotonan…están desarrollando estas importantes habilidades. Estos ejercicios favorecen el control progresivo de los movimientos de los dedos y de las manos, y son causa directa del control de la motricidad fina. No podemos esperar que sean capaces de escribir si aún no han desarrollado la fuerza necesaria en sus manos y dedos. La mejor forma de ayudar a promover estas y otras habilidades es proporcionarles una amplia gama de materiales y dejarles manipular y experimentar con ellos. Es importante ofrecerles distintas y variadas propuestas que les permitan poner a prueba y desarrollar todas aquellas habilidades que en un futuro necesitarán dominar. He recogido algunas sencillas y entretenidas actividades que ayudarán a tus niños a desarrollar estas importantes habilidades motoras finas.
POMPONES: Agarrarlos, pellizcarlos o traspasarlos de un recipiente a otro…estas pequeñas bolitas pueden resultar unas grandes aliadas para el desarrollo de la motricidad fina. Dependiendo de la edad y habilidad de los niños, puedes añadir todo tipo de retos educativos como la identificación y clasificación de colores, tamaños, contar
PINZAS PARA COLGAR LA ROPA: Unas simples pinzas de tender la ropa pueden ser un ejercicio buenísimo para mejorar la motricidad fina. Mientras los niños juegan con las pinzas estarán fortaleciendo los dedos índice, corazón y pulgar, y midiendo la fuerza que tienen que hacer en la presión.
ELASTICOS: Los niños podrán fortalecer sus habilidades de motricidad fina, mientras colocan gomas alrededor de los tubos. Es una actividad muy simple pero puede convertirse en un divertido reto.
LIMPIAPIPAS: Otra actividad muy simple y divertida es poner los limpia-pipas en los agujeros de una cesta o colador, pueden atravesarlo o incluso crear divertidas formas y nudos con ellos. También podéis utilizarlos de soporte para ensartar bolitas, macarrones, pajitas…
PAJITAS: Ensartar pajitas es una actividad fantástica para promover el desarrollo de la motricidad fina en los más pequeños. Requiere concentración, fomenta el uso de la pinza entre el pulgar y el índice, y fortalece de forma natural los músculos de la mano que serán vitales para sujetar el lápiz más adelante. Deja que sean ellos mismos los que corten las pajitas en trozos más grandes o más pequeños para poder insertarlas en los limpia-pipas.
PLASTILINA: La plastilina ha sido uno de los juegos favoritos de los niños durante décadas. No sólo es una actividad creativa y divertida, su manipulación también desarrolla algunas habilidades importantes. Apretarla, exprimirla, amasarla, estirarla, enrollarla, pellizcarla…todo ello ayuda a fortalecer los músculos de los dedos, sin olvidar que también resulta una interesante experiencia sensorial. También puedes utilizar cuentas, bolitas, perlas, piedras brillantes… Imagina que eres cocineros y estáis haciendo galletas y las perlas son pepitas de chocolate, o malvados piratas que ocultan las perlas en la plastilina, la búsqueda del preciado tesoro escondido será un interesante ejercicio para los músculos de los dedos.